Episodio 45 Podcast Un cafecito con Dios

BENDICIONES DE LA OBEDIENCIA

DEUTERONOMIO 28

Bendiciones de la obediencia

A lo largo de todas la historias bíblicas podemos ver cómo Dios bendecía al pueblo que le obedecía, y así mismo como apartaba su rostro cuando eran desobedientes.

Para obedecer a Dios lo primero que yo tengo que hacer es amarlo, aceptar a su Hijo Jesus como mi Salvador, arrepentirme de mis pecados y de la vida pasada de servidumbre al pecado y comprometerme a vivir mi vida de manera diferente, de forma que le agrade al Señor. 

Esta es la mayor expresión de amor jamas vista, Jesus dio su vida por nosotros, para que en El tengamos redención, perdón y vida eterna. Lo amamos porque Él nos amo primero (1 Juan 4:19).

Porque amo a Dios, le obedezco, no por temor a las consecuencias, sino por amor, por gratitud, por convicción, por fe. 1 Juan 5:2 dice que el amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, no son difíciles de cumplir. 

Entonces la obediencia me trae bendición (Deut.28),  me fundamenta en la roca y no en la arena (Mateo 7:24-27) para que mi vida no se tambalee ante las adversidades, sino que pueda resistir porque esta cimentada sobre la misma roca que es Jesucristo. Él prometio sustentar nuestra vida (Isaias 41:10), prometio defendernos, ayudarnos y mostrar su justicia para nosotros. 

Pero de nuestra parte tiene que haber un esfuerzo, y esta es la parte difícil, pero no imposible.  Esforzarnos cada día por obedecer a Dios, por seguir y emular sus pasos. Por vivir cada día apartados del pecado y amando la obediencia, la verdad, la justicia. Amando a Dios por sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Estos son los grandes mandamientos de la Ley (Mateo 22:36-40). 

Demás esta decirle que si la obediencia trae bendición (Deut. 28), la desobediencia acarrea en sí castigo (Deut.28). Nosotros estamos viviendo aun en tiempos de gracia, donde aun podemos acercarnos al Señor mientras puede ser hallado (Isaias 55:6) para hallar perdón y ser redimidos.  Pero no lo dejes para mas tarde, hoy es el día de aceptar al Señor y seguirle, obedecerle, amarle por sobre todas las cosas.

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente, así podrán comprobar cuál es la voluntad De Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)

Dios les bendiga,

Marely Del Valle